Darío nos dido una alegría en estos momentos tan atípicos de frontones, campeonatos, partidos sin público y otras adversidades pandemitas que no estábamos acostumbrados a lidiar porque nunca habían sucedido. En Ataun,  Guipúzcoa, ganó con facilidad y empeño al aborigen Zubizarreta que tuvo a favor el público y en contra un buen partido del de Ezcaray que aprovechó el saque y regaló poco.

A Darío le esperaba Irribarría que puede considerarse una de las figuras actuales, que ya fue campeón de la especialidad y que esencialmente desborda con unos cañonazos de asustar.  Darío ganó el partido de forma holgada y es ahoro lo de menos si metió nueve saques o el excampeón  tuvo fallos. Se impuso el de Ezcaray y el resultado e impacto no tiene vuelta de hoja. Le esperan Altuna o Ezkurdia. Si hubiera perdido, manteniendo el tipo y sin disparates... tampoco estaba  mal. Pero lo deganar pasa a la historia de la pelota riojana y a su palmarés.

El najerino Untoria estará unas semanas lesionado y los campeonatos de federaciones, aficionados  o similares no nos han traído primeros puestos a La Rioja.

Hay otras competiciones de aficionados en el País Vasco en las que interviene Lerena y principiantes, o no tanto. Pero desconocemos si se mantienen las fechas, si se celebran encuentros, los resultados y otros detalles.

La pelota, como los festejos taurinos y otros, están “desquiciados” y no se puede prevenir o anunciar porque suceden cambios. En las plazas de toros se admite un número controlados de espectadores que sin ser lo ideal crea cierto ambiente. En el fútbol se juega sin público y las retransmisiones están salvando los muebles.